Reflexión de Cuaresma 2025: tiempo para regresar al Padre y renovar la esperanza

Liderazgo Anáhuac en Humanismo
La Universidad Anáhuac México ofreció un espacio de encuentro espiritual con el P. Cipriano Sánchez García, L.C., nuestro rector, sobre el sentido auténtico de la Cuaresma.
Durante los días 12 y 13 de marzo de 2025, la comunidad universitaria de la Anáhuac México vivió una experiencia significativa. La Reflexión de Cuaresma, impartida por el P. Cipriano Sánchez García, L.C., reunió a alumnos, profesores y colaboradores en ambos campus para detenerse, cuestionarse y redescubrir la esperanza cristiana.
Bajo el lema Jubileo de la Esperanza, el padre Cipriano abordó el mensaje del Papa Francisco para este tiempo litúrgico. Más allá de una charla convencional, su intervención propuso un verdadero ejercicio interior. No habló desde el deber, sino desde la necesidad de regresar al origen: el amor incondicional de Dios.
El evento tuvo lugar en la Capilla Universitaria del Campus Norte el miércoles 12, y al día siguiente en el Auditorio de Rectoría del Campus Sur. Ambos encuentros ofrecieron un ambiente de recogimiento y escucha, donde el silencio se convirtió en aliado para abrir el corazón a un mensaje de transformación.
A lo largo de su reflexión, nuestro rector utilizó tres imágenes: el desierto, el camino y el regreso.
El desierto fue presentado como símbolo del combate interior, donde cada persona enfrenta sus tentaciones y vacíos. Jesús mismo vivió ese momento y mostró el modo de resistir: desde la palabra, no desde la fuerza.
La segunda imagen, el camino, evocó la condición de peregrinos que todos comparten. Nadie está hecho para quedarse quieto. La Cuaresma, dijo el padre, no es un paréntesis, sino una ruta que lleva del ruido a la libertad. Al respecto, preguntó a los presentes si estaban caminando realmente o simplemente repitiendo hábitos sin dirección.
Finalmente, habló del regreso. Retomando la parábola del hijo pródigo, invitó a todos a mirar hacia el Padre, no con miedo, sino con confianza. El regreso, explicó, comienza cuando se deja de huir y no cuando se cambia de conducta. Dios, con los brazos abiertos, es siempre más rápido que nuestros pasos, agregó.
La plática dejó preguntas abiertas y concretas:
¿Qué debo dejar?¿A quién debo perdonar?¿A qué he estado sirviendo sin darme cuenta? ¿En qué momento dejé de confiar? Más que respuestas, se ofreció una ruta espiritual que cada quien debía continuar en su propio ritmo.
La Reflexión de Cuaresma de este año fue un alto en el camino, una oportunidad para mirar de frente lo que se evita, para aceptar el amor que transforma y para volver a empezar. Porque como lo dijo el padre Cipriano al cerrar su mensaje:
“La esperanza no es esperar a que algo cambie afuera, sino recordar que Dios ya te está esperando dentro”.

*Redacción de la Lic. Crisette Romero Lugo, edición de contenidos, Dirección de Comunicación Institucional.
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